La senadora Leila de Lima, una de las principales figuras críticas con la campaña anti-droga del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha sido detenida este viernes acusada de recibir sobornos de narcotraficantes.
“Son todo mentiras (…) La verdad saldrá en el momento adecuado. Si piensan que pueden detenerme de luchar contra estos asesinatos diarios, están equivocados”, aseveraba la senadora poco antes de ser detenida.
De Lima formó parte de la comisión de investigación del Senado encargada del testimonio de Edgar Matobato, exmiembro de los “escuadrones de la muerte”, sobre el presunto encargo de asesinato de rivales políticos cuando Duterte era alcalde en la ciudad de Davao.
La senadora se encuentra acusada de recibir pagos entre 2010 y 2015, mientras era secretaria de Justicia, de los señores de la droga condenados, para que estos pudieran continuar sus negocios en la prisión de New Bilibid. El jueves, el actual secretario de Justicia, Vitaliano Aguirre II, aseguraba que miembros de la oposición sobornaron a presos para no declarar contra De Lima.
Desde su inicio el pasado 30 de junio, y según cifras oficiales de la Policía, la guerra anti-droga emprendida por el presidente de Filipinas ha superado las 7.000 muertes.
De los 7.080 fallecimientos, 2.555 corresponden a presuntos consumidores o traficantes muertos en operaciones policiales (sus decesos fueron justificados en su resistencia a la autoridad), mientras que se registraron otros 3.603 asesinatos bajo investigación.
Según números de la propia Policía, en esta campaña iniciada con la nueva Administración Duterte, se han producido 53.025 detenciones, así como 7 millones de casas fueron “visitadas” en el proyecto “TokHang” (llamar y alegar), que implica la “persuasión” por parte de las fuerzas del orden para el cese de “actividades delictivas”.
Fuente: ABC
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