Victoria Villarruel, vicepresidenta electa de Argentina, ha acaparado la atención por su campaña a favor de una revisión de la estructura de la memoria en torno a los desaparecidos durante la última dictadura del país, de 1976 a 1983.
A partir del 10 de diciembre, asumirá la responsabilidad de los sectores de Defensa y Seguridad, lo que la convierte en la sucesora de Cristina Fernández al frente del Senado argentino y en la sustituta designada de la presidenta en caso de cualquier imprevisto.
Sin embargo, las controvertidas opiniones y conexiones de Villarruel han suscitado intensos debates y preocupaciones entre diversos sectores de la sociedad.
Vida temprana y antecedentes
Victoria Villarruel nació el 13 de abril de 1975 en Buenos Aires, Argentina. Es hija del fallecido teniente coronel Eduardo Marcelo Villarruel, veterano de la Guerra de las Malvinas, y sobrina de Ernesto Guillermo Villarruel, detenido en 2015 por crímenes cometidos durante la dictadura.
Estos lazos familiares han marcado la perspectiva de Villarruel sobre los acontecimientos históricos y han influido en su controvertida postura sobre el número de desaparecidos durante aquella época.
Postura polémica sobre el número de desaparecidos
Villarruel ha sido una firme defensora de la creencia de que el número de desaparecidos durante el «Proceso de Reorganización Nacional» es significativamente inferior a la cifra comúnmente aceptada de 30.000. Sostiene que el número real es de 30.000 desaparecidos. Sostiene que la cifra real es de 8.751, lo que pone en tela de juicio la versión de organizaciones de derechos humanos como Abuelas de Plaza de Mayo.
Esta postura negacionista ha provocado críticas generalizadas y ha dado lugar a acusaciones de restar importancia a las atrocidades cometidas durante la dictadura.
Políticas de defensa y seguridad
Como nueva responsable de los sectores de Defensa y Seguridad, Villarruel ha esbozado sus propuestas para combatir la inseguridad, una de las preocupaciones más acuciantes de los argentinos.
Su planteamiento consiste en reforzar la colaboración entre las fuerzas federales para combatir el crimen organizado, centrándose especialmente en el problema del narcotráfico en todo el país, con especial atención a zonas como Rosario, donde el problema es especialmente grave.
Villarruel pretende destinar un 2% adicional del PIB del país a las áreas de Defensa y Seguridad. Este aumento de la financiación pretende reforzar los recursos, modernizar el equipamiento y mejorar la formación de las fuerzas de seguridad, mejorando así su capacidad para combatir eficazmente las actividades delictivas.
Revisar la narrativa histórica
Una de las principales promesas electorales de Villarruel fue «reconstruir la parte borrada de la historia» que, en su opinión, dejaron de lado los gobiernos anteriores, incluidos los de Néstor Kirchner, Cristina Fernández y Alberto Fernández.
Como abogada, creó el Centro de Estudios Jurídicos sobre el Terrorismo y sus Víctimas en 2006, haciendo hincapié en la necesidad de examinar la violencia perpetrada por los grupos guerrilleros durante la década de 1970. Según la organización de Villarruel, estos «terroristas» atacaron a 17.380 «ciudadanos inocentes», causando la muerte de 1.094 personas.
Conexiones y polémicas internacionales
Las conexiones internacionales de Villarruel han levantado ampollas y generado polémica. Ha actuado como conducto para que el presidente electo se relacione con facciones de extrema derecha en otros países, como Vox en España, los republicanos trumpistas en Estados Unidos y los bolsonaristas en Brasil.
Aunque estas relaciones han sido criticadas por algunos, ponen de relieve los esfuerzos de Villarruel por fomentar alianzas más allá de las fronteras de Argentina.
Posición sobre el aborto y los valores tradicionales
Como figura destacada dentro del movimiento conservador, Villarruel es un firme opositor al derecho al aborto. Junto con el Presidente electo Javier Milei, se espera que busque la revisión o derogación de la ley que permite el aborto hasta la semana 14 de gestación en casos de violación o circunstancias que pongan en peligro la vida.
Su afiliación a la orden católica tradicionalista Fraternidad Sacerdotal San Pío X subraya aún más sus valores conservadores y su oposición a ciertas doctrinas del Concilio Vaticano II.
Conclusión
El ascenso de Victoria Villarruel al cargo de vicepresidenta electa de Argentina ha sido recibido tanto con ferviente apoyo como con vehemente oposición. Su campaña para revisar la narrativa histórica en torno a los desaparecidos durante la dictadura, junto con su controvertida postura sobre el número de víctimas, ha suscitado intensos debates.
Al asumir el control de los sectores de Defensa y Seguridad, sus propuestas para combatir la inseguridad y aumentar la financiación de estas áreas serán objeto de un minucioso escrutinio. Las conexiones internacionales de Villarruel y sus valores conservadores contribuyen aún más al complejo panorama en el que se moverá al asumir este papel crucial en el gobierno de Argentina.
El futuro revelará el impacto que tendrá en las políticas del país y en los debates en torno a su historia reciente.
Agregar comentario