Venezuela es un país que desde hace 16 años se ha venido desempeñando entre las manos de la corrupción. Se han creado empresarios, que con más que una tendencia política, van empañados de la ambición, con el fin de lograr lo que no han podido por cuenta propia.
Este es el caso del empresario Francisco D’Agostino, quien ha sabido aprovechar sus lazos familiares y sociales para ser dueño de una gran fortuna y disfrutar de los mejores placeres de la vida, todo esto a raíz de múltiples contratos millonarios que logró conquistar con la reconocida Revolución Bonita, eso sí, riqueza que hoy en día disfruta bien lejos de Venezuela.
Julián Monte Sacro: Francisco D’Agostino: El bolichico mentor.
por Colaboradores el 20 septiembre, 2015
Si el estruendoso huracán de la corrupción que enlaza al régimen venezolano con destacadas figuras de la high society tuviera un ojo único, sin lugar a dudas estaría observando fijamente a Francisco D’Agostino. Y es que en la Venezuela chavista quedan cada vez menos empresarios y surgen más hombres de negocios, un término generosamente eufemístico para describir un personaje como D’Agostino, cuyos vínculos familiares lo convirtieron, aunque lo niegue, en el mentor de los bolicheros y pieza clave para que el saqueo de Derwick fuese posible en Venezuela.
Francisco D’Agostino es casado con María Victoria Vargas, hija del magnate Víctor Vargas, fundador del BOD, del cual también es vicepresidente comercial. El mayor de los bolicheros es también cuñado de Henry Ramos Allup, con quién no sólo coincide en reuniones familiares, sino en algunas de otra naturaleza donde también asisten Ramón José Medina, ex Secretario Adjunto de la Mesa de la Unidad Democrática y directivo del banco de Vargas y Franco D’Agostino, su padre, el constructor estrella de la cuarta república que hoy desarrolla un parque tecnológico en Carabobo de la mano del Gobernador Francisco Ameliach.
Derwick es una empresa sin experiencia alguna en la construcción de plantas eléctricas, fundada por dos primos hermanos a sus 26 y 29 años: Pedro Trebbau López y Alejandro Betancourt López. Esta empresa de maletín obtuvo en sólo catorce meses doce contratos para la edificación de obras de un altísimo nivel de sofisticación: plantas eléctricas. El primer contrato lo obtuvieron antes de siquiera registrar su empresa en Venezuela y lo lograron pagando al presidente de Corpoelec, cuyo hijo fue su compañero de clase. Los dueños de Derwick subcontrataron a Proenergy, una compañía estadounidense para construir las plantas, mientras ellos se embolsillaron sumas inimaginables. Esta información se conoce inicialmente por la investigación del periodista César Batiz, en el periódico Últimas Noticias en varios reportajes del año 2011.
Derrick habría sobornado a Diosdado Cabello con 50 millones de dólares para que les adjudicara contratos de plantas eléctricas. La operación fue tan descomunal que se calcula que los accionistas de Derwick, los llamados “bolichicos” Francisco Convitt Guruceaga, Gonzalo Guzmán López, Domingo Guzmán López, Alejandro Betancourt López, Pedro Trebbau López, Edgard Romero Lazo y Francisco D’Agostino Casado, se embolsillaron más de mil millones de dólares en sobreprecio, en una de las operaciones de desfalco a la nación más audaces de la historia republicana de Venezuela.
La participación de D’Agostino la origina su amistad con Lilia López y Leopoldo Betancourt, padres de Alejandro Betancourt, con quien él mismo ha confesado una profunda amistad, que lo convirtió en mentor y socio de Betancourt. Dos demandas penales siguen en pie contra D’Agostino, una cuyo paso final sería la apelación de Thor Halvorssen Mendoza, en la que la corte de Miami no desestimó las acusaciones de presunta corrupción, pago de sobornos a funcionarios del gobierno venezolano y difamación sino simplemente determinó que la corte de Florida no tiene jurisdicción sobre Derwick y D’Agostino.
Este septiembre podría ser oscuro para Francisco, ya que en el caso de embajador americano Otto Reich, queda Francisco como acusado en esa causa, porque la corte determinó que D’Agostino es residente de Nueva York. Ese caso tendrá su próxima audiencia a finales de Septiembre de 2015. ¿Qué dirá su cuñado Ramos Allup en pleno apogeo de su campaña si se determina la participación de D’Agostino en Derwick? ¿Si se comprueba que D’Agostino es parte y socio principal de los Bolichicos Derwick quedará la imagen de Ramos Allup mermada en Venezuela por su defensa de D’Agostino ante la opinión pública? ¿Y Víctor Vargas? ¿Afectaría los problemas de visa de Vargas… si se comprueba que D’Agostino ha participado con Derwick? ¿Será que el BOD tuvo participación en este caso? Estas son pocas de las muchas preguntas que quedan al aire.
Julián Monte Sacro
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