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El brutal trato de la inteligencia venezolana contra tres generales detenidos en Fuerte Tiuna: dos de ellos fueron muy cercanos a Hugo Chávez

Tres altos oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana están siendo sometidos a un aislamiento y maltratos que buscan destruirlos psicológica y emocionalmente. La cárcel fue acondicionada hace unos meses a cargo de la Dirección General de Contrainteligencia Militar

Por Sebastiana Barráez 8 de octubre de 2019 desde Caracas, Venezuela

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cortesia de: https://www.infobae.com/america/venezuela/

Fuerte Tiuna / Caracas, Venezuela

Tres altos oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) están siendo tratados con máxima brutalidad en la cárcel acondicionada hace unos meses en Fuerte Tiuna y a cargo de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim). Es una operación que tiene como estrategia lograr el desequilibrio psicológico y emocional de los generales, que incluye ninguna interacción con otros presos y ni siquiera un abrazo o gestos de afecto con sus familiares.

Uno de ellos es el General en Jefe Raúl Isaías Baduel, quien fuera amigo personal de Hugo Chávez, comandante del Ejército y Ministro de la Defensa. Fue considerado un héroe por la revolución bolivariana cuando durante el golpe del 11 de abril, que sacó al caudillo bolivariano del poder. Como comandante de la Brigada de Paracaidistas del Ejército, lideró la “Operación: Restitución de la Dignidad Nacional” que regresó a Chávez al Palacio de Miraflores.

Raúl Isaías Baduel / General de confianza de Hugo Chavez

El otro es el Mayor General del Ejército Miguel Rodríguez Torres, quien tuvo una actuación decisiva el 4 de Febrero, en el marco de la intentona golpista para derrocar al entonces Presidente de la República Carlos Andrés Pérez, fue jefe de inteligencia de la policía Política (Disip/Sebin) por casi nueve años y ministro del Interior y Justicia. Y el general Brigada de la Guardia Nacional Héctor Armando Hernández Da Costa, alférez mayor de su promoción, quien fue un destacado jefe del Comando Antidrogas de la GNB y un oficial profundamente respetado en la institución castrense. Es de los tres generales el único que es oficial activo, no participó con los febreristas ni ayudó a la construcción de la revolución, no tuvo amistad con Hugo Chávez y tampoco ocupó cargos cercanos a ningún presidente, más allá de los de comando o profesionales propios de su carrera militar.

Miguel Rodríguez Torres

El viaje que sufren los alimentos, que llevan los familiares de los tres generales, empieza desde que diariamente van a la sede de la Dgcim, dejan ahí los recipientes con la comida y el agua, los funcionarios la llevan a Fuerte Tiuna, que está a unos 15 kilómetros, después de las 2 o 3 de la tarde.

Los militares de Fuerte Tiuna no dan información sobre los detenidos ni sobre nada porque desconocen qué pasa en ese lugar. Los custodios de la Dgcim lo que repiten como letanía es que no pueden decir nada porque pueden terminar despedidos e incluso encarcelados.

A un detenido le pueden suspender la visita sin avisar. Les permiten un libro a la vez, después que en la Dgcim alguien, quien sabe en base a qué criterio, decide si es apropiado para dejarlo pasar. Es un poco difícil entender si al censurador le parezca que la Montaña Mágica de Thomas Mann es subversiva por la profundidad de lo que plantea o que La Cabaña del Tío Tom de Harriet Beecher Stowe, esconda algún subterfugio para tumbar a Nicolás Maduro, porque habla de la lucha contra la esclavitud.

Las únicas reglas claras que hay en ese sitio es que no se puede abrazar al detenido, no puede tocarlo, solo puede verlo a través de un vidrio y oírlo por un teléfono, cuyas conversaciones son espiadas, por lo que cada cierto tiempo se oye un pitido estruendoso que ni siquiera permite la fluidez en el diálogo. Hay un rompimiento total con la intimidad, con ese necesario compartir, con abrir el corazón ante los seres queridos. Nada de eso está ahí permitido.

El general de brigada Héctor Armando Hernández Da Costa

Las celdas

Los presos políticos militares son a quienes peor les va porque no tienen solidaridad alguna por parte de la institución castrense, menos por sus compañeros, no hay un solo oficial que levante la voz para reclamar por mínimas condiciones humanas para ellos, pero además, Hugo Chávez logró que en la población civil hubiese un altísimo margen de rechazo contra los militares.

Las celdas en las que están los tres generales están invadidas de zancudos. Debió morir un custodio de dengue hemorrágico el viernes pasado, para que se decidieran a trasladar al general Rodríguez Torres, con la misma enfermedad, hasta el hospitalito de Fuerte Tiuna, porque en la cárcel están en un total aislamiento, sin atención médica ni odontológica.

En las celdas de la cárcel de alta seguridad en Fuerte Tiuna no les permiten ventiladores, a pesar de la nube de zancudos y del calor infernal. Son cuartos de 3 por 2 sin ningún tipo de ventilación.

Pero lo peor no son las condiciones físicas. Es el aislamiento, la soledad, la falta de contacto físico, la estrategia para reducir a esos tres hombres al nivel de cosa, para someterlos, para destruirlos.

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