¿Por qué ocurre ese “apetito emocional” y nos dan ganas de comer mucho dulce cuando estamos tristes o deprimidos? Gracias un equipo de investigadores del Monell Chemical Senses Center de Filadelfia (EEUU) han descubierto la posible causa.
El estudio dice que el culpable de que esto nos suceda son los receptores para la hormona del estrés que se encuentran en las papilas gustativas, por esta via es que se logra detectar los sabores bien sea dulces, salados, amargos y ácidos. El alto nivel de estrés produce la secreción de hormonas glucocorticoides que activa los receptores de la hormona del estrés situados……
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