Nacida en Albania pero naturalizada en la India, Agnes Gonxha vino al mundo un 26 de agosto de 1910. Dedicó su vida a los más desfavorecidos iniciando su noviciado en 1928 en Darjeeling, tres años más tarde hizo sus votos de pobreza, castidad y obediencia como monja, fue entonces cuando fue trasladada a Calcuta.
El papa Juan Pablo II, gran admirador de la labor de la madre Teresa de Calcuta, fue quien en diciembre 2002 aceleró el proceso de beatificación de la monja al promulgar en una misma sesión los decretos por los que se reconocían las virtudes heroicas y un milagro por la intercesión de la religiosa.
El papa Francisco tras trece años más de proceso de canonización ha firmado el decretado en el que se reconocía el milagro para la madre. La canonización de la beata Teresa de Calcuta se hará pública el próximo mes de febrero, durante el Consistorio ordinario, y que será hecha santa el 4 de septiembre de 2016, en el marco del Año Santo Extraordinario de la Misericordia.
Su canonización se produce después de que la Iglesia Católica haya aprobado por unanimidad la «curación extraordinaria» de un hombre brasileño en 2008 que se encontraba en fase terminal por graves problemas cerebrales.
El supuesto milagro se obró en diciembre de aquel año, cuando el enfermo, ya en coma, iba a ser operado, si bien por problemas técnicos la intervención quirúrgica tuvo que ser pospuesta durante media hora.
Al regresar al quirófano, según narra el diario «Avvenire», el doctor se encontró al paciente sentado, asintomático, despierto, perfectamente consciente y preguntándose qué hacía ahí.
El médico explicó durante la fase de estudio de este supuesto milagro que no ha visto «nunca un caso como este» y que todos los pacientes similares que había tratado en sus diecisiete años de profesión habían fallecido.
El estudio de este milagro dio inicio en junio de este año en la diócesis brasileña de Santos y con su aprobación por parte del papa se pondrá fin a un proceso por el que ya fue beatificad en 2003, durante el pontificado de Juan Pablo II.
Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y para que sea canonizado, hecho santo, es necesario un segundo milagro, que debe producirse tras ser proclamado beato.
La Madre Teresa, ganadora del premio Nobel de la Paz, murió el 5 de septiembre de 1997 a los 87 años, pero su mensaje y su obra están hoy más vivos que nunca.
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