La ley de inmigración del gobierno francés ha superado con éxito su primera fase legislativa tras ser aprobada por el Senado.
El borrador inicial de la ley ha sufrido importantes cambios durante el debate de la semana pasada, sobre todo para apaciguar al partido conservador de derechas Les Républicains, que argumentaba que era demasiado indulgente. Con 210 votos a favor y 115 en contra de la izquierda, el Senado ha endurecido la ley, desviándose significativamente de su forma original.
Objetivos y controversias
El objetivo principal de la ley era reforzar el control de la inmigración y mejorar al mismo tiempo la integración de los extranjeros ya residentes en Francia. Sin embargo, a medida que avanzaba la ley, se hizo evidente que el enfoque se desplazaba más hacia el control de la inmigración que hacia la integración.
Esta ley ha sido objeto de críticas en relación con diversos aspectos, como la regularización de los inmigrantes indocumentados, las medidas de expulsión por delitos penales, las solicitudes de asilo, la reagrupación familiar y las disposiciones sanitarias para los inmigrantes indocumentados.
Regularización de inmigrantes indocumentados
Una de las pocas medidas encaminadas a la regularización era ofrecer una vía a los inmigrantes indocumentados que trabajaban en sectores con escasez de mano de obra, como la hostelería y la construcción. Sin embargo, esta disposición se ha suavizado considerablemente.
Cada caso será evaluado individualmente por los prefectos, teniendo en cuenta la integración del solicitante en la sociedad.
Medidas de expulsión por delitos penales
La ley introduce medidas para facilitar la expulsión de extranjeros que cometan delitos. Anteriormente, las personas que llegaban a Francia antes de los 13 años estaban protegidas de la expulsión. Sin embargo, con la nueva ley, si cometen algún delito, la expulsión se convierte en una posibilidad.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, calcula que esto podría suponer la expulsión de unos 4.000 delincuentes extranjeros cada año.
Retos en las solicitudes de asilo y la reagrupación familiar
La ley también complica el proceso de solicitud de asilo y reagrupación familiar. Los niños nacidos en Francia de padres extranjeros ya no adquirirán automáticamente la nacionalidad francesa al alcanzar la mayoría de edad.
Cambios en las disposiciones sanitarias
Una de las medidas más controvertidas es la eliminación de la ayuda médica estatal para los inmigrantes indocumentados. En su lugar, habrá una asistencia médica de urgencia limitada, reservada principalmente a enfermedades graves, vacunaciones y cuidados básicos para mujeres embarazadas.
La supresión de estas ayudas era una exigencia de los partidos de derecha y extrema derecha, que argumentaban que el Estado incurría en importantes gastos al prestar asistencia sanitaria a los inmigrantes indocumentados.
Objetivos y reacciones
El principal objetivo de la ley es desincentivar la inmigración en territorio francés, facilitando al mismo tiempo la expulsión de las personas consideradas una amenaza para la República.
A pesar de los cambios sustanciales introducidos en el texto original, el Ministro del Interior expresó su satisfacción por la versión modificada, afirmando que ya está lista para su debate en la Asamblea Nacional. Resumió la ley como firme contra los delincuentes extranjeros, al tiempo que apoya la integración.
La suerte de la ley está en manos de la Asamblea Nacional, cuyos debates comenzarán en diciembre. La facción de izquierdas de la mayoría presidencial ha amenazado con restaurar el espíritu inicial de la ley y reescribirla, pero es poco probable que reciban el apoyo de Les Républicains o de la izquierda, que consideran la ley excesivamente restrictiva.
Conclusión
La aprobación de la ley francesa de inmigración por el Senado supone un paso importante en el proceso legislativo. La ley ha sufrido cambios sustanciales para responder a las preocupaciones de la derecha conservadora.
Aunque el énfasis inicial en la integración se ha visto eclipsado por medidas más estrictas de control de la inmigración, la ley sigue pretendiendo lograr un equilibrio entre la firmeza contra los delincuentes extranjeros y el apoyo a la integración. Los próximos debates en la Asamblea Nacional determinarán la forma final de la ley y su impacto en las políticas de inmigración en Francia.
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