El gobierno hondureño expresó su resignación este lunes para recibir a miles de ciudadanos que Estados Unidos podría deportar el próximo año, aunque existe preocupación por el impacto que tendría un retorno masivo de emigrados.
La Cancillería expreso en un comunicado, ante versiones de medios estadounidenses sobre deportaciones masivas de emigrantes centroamericanos a partir de enero «Honduras es respetuosa de la política migratoria de cada país, en este caso de los Estados Unidos».
Citando fuentes oficiales estadounidenses, el cotidiano The Washington Post aseguró que existe la decisión de deportar «inmediatamente» tanto a adultos como menores en condición migratoria irregular.
«Hasta la fecha la única información oficial recibida por parte del gobierno americano es que sólo se van a retornar a Honduras aquellas personas que tienen una orden final de deportación, después de haber concluido todos los procedimientos legales», señaló la Cancillería.
Antes de la deportación comunicaron que la «red consular acreditada en Estados Unidos ha sido debidamente informada, contando con personal capacitado para garantizar que en todo momento se respeten los derechos humanos de nuestros compatriotas, velando que efectivamente se han agotado todas las instancias legales».
La Cancillería señaló en el comunicado que «con grandes esfuerzos, el gobierno ha logrado reducir en un 70% la migración de niños, niñas y adolescentes no acompañados, siendo el único país del triángulo norte de Centroamérica, con reducciones en la migración al cierre del 2015».
Los hondureños que residen en Estados Unidos suman más de un millón y este año enviaron remesas por cerca de 3.000 millones de dólares, equivalentes a casi 20% del Producto Interno Bruto (PIB).
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