El audio de una supuesta conversación entre Tintori y López, fue transmitido el día de ayer a través de VTV, para posteriormente ser difundido por las redes sociales, generando controversia y una ola de encendidos dimes y diretes. Según la descripción del archivo, dicha conversación fue grabada el 2 de enero de este año. En el audio se escucha una presunta “conspiración” entre el líder opositor y su esposa, para “desprestigiar” al Cnel. José Viloria Sosa, por las desmejoras a las que han sometido a López en su reclusión dentro de Ramo Verde.
Causa suspicacia, que algo “grabado” hace casi 20 días, salga a colación justo después del escándalo causado al hacerse público el trato del Coronel Viloria hacia la esposa y la madre del coordinador nacional de Voluntad Popular.
Si algo hay que reconocerle a este régimen, es que tiene un equipo de propaganda muy eficiente, digno de admiración, una estrategia comunicacional y propagandística al mejor estilo Goebbeliano, pero no solo eso, el arte de la manipulación ha sido también un arma altamente efectiva para el gobierno “revolucionario”, y es evidente cuando se pasa a clasificar hechos delictivos, en “delitos malos” y “delitos buenos”. Si en Venezuela se invirtiera en salud, seguridad y alimentos, todo lo que el Ejecutivo destina al área comunicacional y propagandística, la realidad sería distinta a la crisis humanitaria que atraviesa la nación.
Leopoldo López se encuentra tras las rejas por hacer un llamado a la legítima protesta, derecho previsto en la Constitución, sin embargo, vemos a un desparpajado y cínico Diosdado Cabello, contando como una gran y admirable hazaña, cómo su esposa, la actual ministra de turismo, Marleny Contreras, introdujo granadas y explosivos al Fuerte Tiuna, sitio de reclusión de Cabello, por la intentona golpista del 92. Sí, recuerden que los que hoy acusan de “golpistas” a diestra y siniestra, no solo fraguaron y pusieron en marcha un golpe de estado, sino un intento de magnicidio en contra del entonces presidente Carlos Andrés Pérez.
Pero lo más bochornoso, es la parte “tierna” de la historia relatada por el propio Diosdado en la televisora del Estado (VTV), donde muy ligeramente comenta que el alijo del material explosivo, fue la piñata que llevaban al Complejo Militar, “con motivo del cumpleaños de su hijo”, además contó que “las paticas de la silla plástica que rodaba el menor, estaban cargadas de explosivos”, y de forma amenazante aseveró que “ellos no juegan carritos”.
No se entiende entonces, bajo qué principios, el expresidente de la Asamblea Nacional, cataloga a Leopoldo López de ser un preso de “alta peligrosidad”.
Adicionalmente, parece absurdo, que el líder opositor no recuerde las prácticas ilegales que ejerce un régimen sinvergüenza, que graba conversaciones privadas, para luego divulgarlas.
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