Solo cinco días después de su elección, Corea del Norte ha saludado la llegada del nuevo presidente del Sur, Moon Jae-in, disparando un misil durante la madrugada de este domingo. Según detectó el Ejército surcoreano, el proyectil fue lanzado a las 5:27 de la mañana, voló durante una media hora y recorrió unos 700 kilómetros antes de caer al Mar de Japón, informa la agencia estatal de noticias Yonhap.
Aunque parece que no llegó a aguas niponas, este ensayo supone un éxito con respecto a los fallidos lanzamientos anteriores, en los que los misiles estallaban a los pocos segundos de ser disparados. A tenor del Ministerio de Defensa japonés, el proyectil pudo haber alcanzado una altura máxima de 2.000 kilómetros, lo que indica que podría tratarse de un nuevo tipo de cohete.
De inmediato, el presidente surcoreano convocó una reunión de urgencia del Consejo Nacional de Seguridad, donde puso en alerta al Ejército y condenó el lanzamiento. Además de definirlo como un “grave reto” para la paz y la seguridad de la Península Coreana y la comunidad internacional, expresó su “profundo pesar por esta temeraria provocación de Corea del Norte”.
Este ensayo balístico vuelve a elevar la tensión con el régimen estalinista de Pyongyang, embarcado en una reciente escalada militar y dialéctica con Estados Unidos y Corea del Sur.
Para rebajar la tensión, el nuevo presidente surcoreano apela al diálogo y quiere resucitar el acercamiento que sus antecesores progresistas, los presidentes Kim Dae-jung y Roh Moo-hyun, llevaron a cabo durante la denominada “Política del Sol” entre 1998 y 2008. Fruto de aquel deshielo fueron las cumbres que ambos protagonizaron en Pyongyang con Kim Jong-il, padre del actual dictador, en 2000 y 2007. Como jefe de gabinete del presidente Roh, Moon Jae-in viajó entonces a Corea del Norte, un hito que ahora quiere repetir. Pero, mientras busca la distensión, Kim Jong-un sigue disparando sus misiles.
Fuente: ABC
Agregar comentario