José Pérez Venta que desde hace una semana resuena en todos los discursos tanto de Nicolás Maduro cómo de todo su gabinete, sucede y acontece que el testigo clave y supuesto asesino de Liana Hergueta, quien fue conseguida descuartizada en Caracas, aparentemente se ha codeado con los altos mandos de varios países, incluyendo Estados Unidos y Colombia, de donde asegura han salido la mayoría de las órdenes de desestabilización además del financiamiento para estos actos.
Tras ser arrestado bajo sospecha de asesinato, José Rafael Pérez Venta involucró en un video a la congresista Ileana Ros-Lehtinen y al senador Marco Rubio, junto a un extenso grupo de dirigentes de la oposición venezolana, de participar en un presunto complot para desestabilizar al régimen de Nicolás Maduro.
Pérez Venta sin embargo, ha sido descrito por opositores como un hombre extraño que siempre trataba de figurar en todas partes y que a veces mentía sobre su pasado, lo que llevó a muchos a sospechar de que se trataba de un agente infiltrado del chavismo.
Patricia Andrade, presidenta de Venezuela Awareness, ONG que vela por la defensa de los derechos humanos en el país sudamericano declaró en Miami: “Él era supermentiroso. Un día me llamó diciendo que él había sido un preso político y que lo habían tenido recluido en [la cárcel militar de] Ramo Verde, asegurando que había hablado conmigo tiempo atrás desde esa prisión”.
Así mismo agregó: “Eso era mentira y fácil de demostrar porque en las fechas que él señalaba solía haber pocos prisioneros en esa prisión. Luego me vino diciendo que no me acordaba de él porque se había fugado de Ramo Verde, y eso es imposible de haber ocurrido sin que se hubiese producido un tremendo escándalo en el país. Y así fue que lo conocí, como un hombre raro que lo primero que dijo era una mentira”.
Las declaraciones ofrecidas por Pérez Venta —para respaldar lo que podría ser la décimo sexta conspiración develada por Maduro en los dos años y medio que lleva de gobierno— también lucen difíciles de creer.
En un video presentado el martes por el propio Maduro, Pérez Venta declaró que los planes de desestabilización estaban siendo financiados desde Estados Unidos por Ros-Lehtinen y que en al menos una ocasión se reunió con un funcionario de la embajada estadounidense, quien se comprometió a financiar a su grupo con $1,000 al mes.
Según el testimonio, Ros-Lehtinen financiaba directamente la subversión en Venezuela, enviando dólares en sobres o realizando depósitos a la cuenta de una intermediaria que luego enviaba los fondos a Venezuela.
Pérez Venta fue grabado por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia tras ser detenido junto con Carlos Eduardo Trejo por el asesinato de Liana Aixa Hergueta, luego que el cuerpo de la mujer fue hallado descuartizado en un vehículo en Caracas.
Pero el testimonio llama la atención por la larga lista de personas que presuntamente están implicadas en el complot, que además de los legisladores estadounidenses también incluyen algunos de los más prominentes líderes de la oposición, incluyendo a la diputada María Corina Machado, el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, el ex candidato presidencial Henrique Capriles, el general Antonio Rivero y el presidente del diario El Nacional, Miguel Henrique Otero, así como la actriz cubanoamericana María Conchita Alonso.
En su declaración, Pérez Venta también implicó al ex presidente colombiano Álvaro Uribe y a su ex ministro, Oscar Iván Zuloaga, acusándoles de colaborar con los conspiradores, así como la dirigente estudiantil Gaby Arellano.
Algunos de los señalados salieron el miércoles a desmentir la versión.
El senador Rubio a través de un correo electrónico dijo: “Nicolas Maduro ha dicho que el fallecido Hugo Chávez una vez se le apareció en la reencarnación de un pájaro, y me parece que él acaba de pasar por un episodio parecido”.
“Nicolás Maduro es un payaso corrupto y el pueblo venezolano merece algo mejor que la represión, el mal manejo económico y las violaciones a los derechos humanos a los que están siendo sometidos bajo los corruptos líderes actuales”, añadió.
Ros-Lehtinen también desmintió la acusación.
“Este alegato falso de Maduro es otro intento por desviar la atención sobre sus lamentables políticas que han causado escasez de comida, alto desempleo, un proceso electoral fraudulento y una crisis económica”, dijo Ros-Lehtinen en un comunicado.
“El pueblo de Venezuela sabe que la responsabilidad por estas dificultades no es por ningún elemento externo, sino que la responsabilidad recae directamente sobre los hombros de Maduro y su régimen corrupto”, insistió.
Mientras que María Conchita Alonso, no entiende cómo es que Pérez Venta terminó mencionando su nombre.
“Para mí y para muchos, ese señor es un infiltrado, que envían para ver qué saca de la oposición. Yo con él nunca, que yo me acuerde, tuve contacto. Ni tampoco conozco la persona que en el video dice que yo le mando dinero”, dijo Alonso en una entrevista telefónica.
“No conozco a ninguna de las personas que él menciona, ni tengo la menor idea de lo que está hablando”, reiteró.
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